15/3/2023
Los problemas de juego se ven a menudo como una batalla que afecta principalmente a los hombres. Si bien es cierto que los hombres representan la mayor parte del público de las apuestas y de los jugadores con problemas, las mujeres también son susceptibles a esta adicción.
Durante décadas, el juego fue visto como algo más propio de los hombres. Ya sea por falta de interés o por convención social, la mayoría de las mujeres ni siquiera se plantearían la idea de entrar en una casa de apuestas. Sin embargo, el juego en línea y los esfuerzos de la industria por encontrar nuevos clientes para una oferta cada vez mayor de productos de juego han ayudado a normalizar el juego para el público femenino. Y no solo eso, incluso se ha hecho un esfuerzo para tratar de representar el juego como una actividad de pareja.
Sin embargo, la forma en que se manifiestan los problemas con el juego en los jugadores tiende a variar considerablemente en función del género. Echemos un vistazo a algunas estadísticas y cifras y veamos cómo este comportamiento problemático afecta a las jugadoras.
Las mujeres y el juego: revisamos las cifras
Un estudio reciente de la Comisión de Juego del Reino Unido arrojó algunas estadísticas reveladoras sobre el tema. Por ejemplo, el 41 % de las mujeres encuestadas afirmaron haber participado en actividades relacionadas con el juego en las últimas cuatro semanas. Aunque los hombres siguen apostando a un ritmo más alto, la diferencia clave es la motivación.
La mayoría de los hombres dijeron que era más probable que apostaran por diversión. Sin embargo, las mujeres dijeron que ganar era su principal razón para jugar. Además, otras motivaciones como el escapismo, la pérdida, el abandono y el duelo suelen ser más comunes entre las jugadoras.
Una de las razones del aumento de la actividad de juego es la accesibilidad. Mientras que la llegada de las plataformas en línea hizo que las apuestas fueran una actividad mucho más accesible, es el auge del juego en dispositivos móviles lo que representa la mayor oportunidad para apostar. También ofrece anonimato y una sensación de seguridad que muchos no encontrarían en los establecimientos de apuestas tradicionales. El estudio de la Comisión de Juego muestra que, en 2018, el 43 % de las mujeres jugadoras utilizaron su teléfono, un aumento del 5 % respecto al año anterior.
Las jugadoras no están solas
Las estadísticas permiten hacerse una idea del problema. Sin embargo, las historias de la vida real de las mujeres individuales respaldan la premisa.Como muchas personas pueden atestiguar, es un problema que tiende a empezar poco a poco, pero que luego aumenta rápidamente. En poco tiempo, las jugadoras ocasionales se pueden convertir en adictas al juego en línea, igual que ocurre con los hombres.
Entonces, ¿qué puedes hacer si tú o algún ser querido se encuentra atrapado por una adicción al juego en línea? Uno de los primeros pasos debería ser la autoprohibición. Se trata de la práctica de impedir conscientemente que uno mismo se dedique a una actividad, ya sea mediante el comportamiento personal o a través de herramientas diseñadas para bloquear el acceso a sitios dañinos.
Sin embargo, incluso en lo que respecta a la autoprohibición, sigue existiendo una disparidad entre géneros. Del 47 % de las personas que respondieron a la encuesta y que conocían la autoprohibición como medio para abordar los problemas de juego, los hombres declararon que se autoprohibían casi dos veces más que las mujeres (el 7 % de todos los encuestados, en comparación con el 4 %). Las cifras son aún más bajas en el caso de las mujeres que compraron un producto para practicar la autoprohibición, ya que representan solamente el 1 % de las personas que respondieron a la encuesta.
El camino hacia la rehabilitación puede empezar con una estrategia de autoprohibición de varias capas: bloquear todos los dispositivos para que no puedan acceder a páginas web y aplicaciones de juego con Gamban, inscribirse en los planes de autoprohibición nacionales (si tu país tiene uno) y bloquear los pagos a los operadores del juego; si tu banco actual no lo ofrece, busca uno que sí lo haga.